A lo largo de la historia las mujeres han sido idealizadas como un objeto sexual, para el hogar, y con poca participación en la sociedad. Actualmente esa situación no ha cambiado mucho, y aunque se diga que al ser femenino se le está brindando una oportunidad en la sociedad, se puede ver cómo El modelo líder en la tv colombiana (telenovelas) sigue siendo el de la feminidad hegemónica, los lugares en los que circunda aún en la televisión colombiana es en el hogar y en el prostíbulo.
Las mujeres en la televisión han desempeñado muchos papeles, pero aun así, el imaginario acerca de la mujer en la televisión colombiana sigue siendo demasiado estereotipado, un ejemplo claro en la telenovela Yo soy Betty la fea escrita por Fernando Gaitán; producida por Fernández, M. Tinjacá, R. (1999-2011) y lanzada por primera vez gracias a RCN Televisión. Esta telenovela trata de la vida de una muchacha llamada Betty la cual se consideraba fea porque dentro del concepto de belleza establecido por la sociedad no entra ella; la mujer se encuentra en una lucha constante con la finalidad de ser aceptada por la belleza más no por la inteligencia. Cuando ingresa a trabajar a Ecomoda su pensamiento se ve mucho más degradado, puesto que en esta empresa las mujeres que alcanzaban un alto trabajo eran las bellas, por el contrario las demás eran plebeyas. Finalmente esta telenovela deja un mensaje que aunque parezca motivador, es a su vez destructor, porque Betty “la fea” y el grupo de las plebeyas terminan bellas, dando a entender que la belleza prima ante los valores, y que siendo bella lograras grande cosas
La telenovela muestra pues un cambio en la personalidad del personaje principal, Betty, cuando era “fea” poseía una personalidad tímida, acomplejada, rechazada por su entorno, sumisa, enamoradiza, era débil; sin embargo, cuando ya era socialmente bella se volvió exitosa. Lo que da a entender que en esa sociedad la mujer sigue siendo un ente que solamente alcanza el éxito y es socialmente aceptada por su belleza, tratándola como su fuese un objeto más al cual hay que embellecer cada día más, y que sin esa belleza no alcanza ningún valor.
A partir de ello, podemos decir que se contribuye a la creación y reforzamiento de estereotipos sobre la mujer, quien es representada de una forma negativa en un contexto machista, dentro de un entorno aparentemente normal, en el que ser bonita o prostituta para encajar es valido; lo cual genera que la sociedad vea aceptable este tipo de comportamientos que terminarían realizándole un daño a la misma.
Este tipo de televisión que ha llegado a cada uno de los hogares colombianos, sobretodo en los que carecen de recursos económicos, se convierte en el ejemplo que muchas niñas creen deberian seguir. Desean tener senos y glúteos más grandes para poder tener a un hombre que tenga dinero y que se fije en su belleza y sensualidad, convirtiéndose a sí mismas en un objeto sexual más en la sociedad colombiana.
el estereotipo de mujer joven o la mujer como objeto sexual sigue siendo el común denominador en este medio, Esta imagen se ha ido transformando en su construcción simbólica sin embargo se sigue prefiriendo una imagen tradicional con la propagación de estos programas también en la sociedad moderna. En contraste, la mayora de las veces veces exaltando el valor del hombre. "La voz que se impone en los programas de textos dramáticos y algunos no de ficción, es la del hombre que, desde su mirada perspectiva del mundo, está narrando esa realidad", explica Jesús Arroyave, director del Departamento de Comunicación Social de Uninorte. Esta investigación hace parte de un proyecto nacional liderado por la Comisión Nacional de Televisión (Cntv) y la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun), que responden a la preocupación de formar audiencias con sentido crítico de los contenidos de la televisión.
Podríamos afirmar entonces que la imagen de la mujer real está desapareciendo de la televisión (comercial) en favor de ser sustituida por un baldío canon femenino impuesto socialmente, en una pequeña pantalla vista desde ojos masculinos. Un ejemplo de esto sería la otra de las creaciones de las compañías televisivas: Sin tetas no hay paraíso, dirigida por Luis Alberto Restrepo y transmitida por Caracol Televisión (2006). En esta, las mujeres son exhibidas como un símbolo sexual, quien necesita un buen cuerpo para triunfar, para dejar de ser una pobre más del país, y la única opción probable que se le plantea es la prostitución, pues la educación para la mujer no es siquiera considerada como una salida, por lo tanto debe exponerse a maltratos sexuales para poder adquirir dinero.
Camila, quien tiene un esposo y dos hijos, familia que pudo crear a pesar de estar estudiando, finalmente se graduó y en la actualidad trabaja como docente de un colegio jornada completa, este trabajo le ha permitido un avance personal; sin embargo, es consciente que al terminar su jornada laboral debe partir a recoger a los niños a la escuela, llegar lo antes posible y preparar la cena antes que su esposo llegue, ayudar a sus pequeños a hacer las tareas y tratar de descansar para madrugar a preparar a toda su familia para un nuevo día.
Lo anterior, evidencia que si bien el estatus que en la sociedad ha alcanzado la mujer es tal para poder acceder a un empleo digno con su respectivo salario y poder sustentarse a sí misma, la imagen que prevalece es la de la mujer que debe estar atenta a resolver los quehaceres del hogar aun cuando su esposo puede colaborar, es ella quien llega del trabajo al igual que él, pero esta con la responsabilidad de cumplir con el cuidado de su familia.
Concluimos entonces que a la mujer se le sigue percibiendo en escasos matices. “La evaluación espontánea de las mujeres respecto su imagen en la pantalla es, generalmente, negativa. Se la percibe de manera estereotipada y con escasos matices. Una adecuada manera de ejemplificar los escasos matices en los que se sigue persiguiendo a la mujer a pesar del indudable avance del papel de la mujer en la sociedad es la derrota de Hillary Clinton ante Donald Trump, mujer que aparentemente había ganado la aprobación de una considerable parte de la población estadounidense dejó evidenciado un resultado sorprendente para una contienda donde la primera mujer que es nominada por uno de los principales partidos de Estados Unidos compitió con un candidato que incluso manifestó los comentarios más misóginos y sexistas de cualquier nominado a la presidencia en la historia más cercana de nuestros tiempos.
Las principales razones que se mencionan en sus discursos son:
(i)Su aparición en televisión se debe a la explotación de su cuerpo y belleza.
(ii)Son “artificiales” en su apariencia física, ya que “performativizan” el cuerpo a través de operaciones.
(iii) Se agreden a sí mismas y a otras mujeres y, (iv) No cuentan con la formación profesional adecuada para los roles que desempeñan
Fernández, M. Tinjacá, R. (productor). 1999-2001. Yo soy Betty la fea. Bogotá, Colombia.: RCN Televisión.
Restrepo, L. (director). (2006). Sin tetas no hay paraíso. Colombia. Caracol televisión.
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