Te pienso, desde el segundo en que despierto te pienso e imagino qué habrá sido de ti
¿me pensarás también tú? ¿O habré quedado para siempre en pasillos olvidados en tu mente?
Mi día se vuelve tenso y quejumbroso sin ti, me alimenta el recuerdo de tu voz y la esperanza de algún día volver a verte y poder abrazarte como solía hacerlo. Quizá suceda pronto o tal vez en muchos años, no lo sé, no me importa. Esperaré a ese momento, sin importar el tiempo.
Espero que ese día sigas queriéndome y extrañándome como yo, o que por el contrario hayas encontrado la felicidad en otros brazos y en tus ojos se vean destellos de una vida plena; así también seré feliz, porque tú felicidad será mi felicidad aún de lejos o muy cerca
Te pienso, por supuesto que te pienso.
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